Collection
Una obra de referencia para revivir el pasado en todo su esplendor.
De Egipto te asombrará su cultura faraónica, de Roma como logró crear el primer imperio, del Mundo Moderno su búsqueda continua de nuevos horizontes…
Una obra única que realiza un vibrante recorrido por la historia de la de la humanidad con fantásticas ilustraciones, mapas, gráficos, fotos y otros materiales de los archivos de National Geographic.
Creada con motivo del 125 aniversario de la National Geographic Society, esta colección es el proyecto editorial más ambicioso de National Geographic y nos presenta una visión única de más de 5.000 años de Historia.
Una biblioteca para leer, consultar y conservar.
* National Geographic Society recibe fondos de National Geographic Parterns LLC, financiados en parte por su compra. Para obtener más información, visite www.nationalgeographic.com/info.











Releases
1ª Entrega
2ª Entrega
3ª Entrega
4ª Entrega
5ª Entrega

1ª EntregaLos primeros faraones
La civilización del Nilo se reveló ya en toda su originalidad durante la formación del Estado faraónico. La unificación del país de las Dos Tierras (el Alto y el Bajo Egipto) fue un accidentado proceso en el que el esplendor alcanzado por los primeros faraones del Reino Antiguo y el Reino Medio se vio interrumpido por períodos de disgregación y de invasores extranjeras. A esta época fascinante, que cubre cerca de 2.000 años de historia y cuyos faraones levantaron las impresionantes pirámides del Antiguo Egipto, está dedicado este volumen.

2ª EntregaEl imperio Egipcio
El Reino Nuevo (1550 a.C. a 1069 a.C.) marcó el máximo apogeo del Imperio faraónico. Egipto conoció a sus más grandes faraones: la reina-faraón Hatshepsut y su sucesor Tutmosis III, vencedor de Mitanni; el reformador religioso Ajenatón, su esposa Nefertiti, el joven Tutankhamón y el general Horemheb; Seti I y los primeros ramésidas, con el poderoso y longevo Ramsés II, que pactó la paz con los hititas, su esposa Nefertari y sus hijos; finalmente, a partir de Ramsés III, la monarquía se debilitó frente al creciente poder del clero de Amón, el gran dios de Tebas.

3ª EntregaEl fin del antiguo Egipto
Durante los mil años que median entre el llamado Tercer Período Intermedio (1069 a.C. – 664 a.C.) y la dominación romana la historia de Egipto fue convulsa. Tras la época tanita y la anarquía libia, los faraones nubios restauraron la religión tradicional. Luego, superando la invasión asiria, la dinastía saíta supuso un renacimiento de los antiguos valores. Ya en la Baja Época, el dominio persa terminó con los últimos faraones indígenas y la conquista macedónica de Alejandro abrió el período ptolemaico, cuya decadencia aún tuvo una última irradiación de poder en Cleopatra VII, pero ya bajo la presencia de Roma.

4ª EntregaLa civilizaciones de Mesopotamia
Hace más de cinco mil años, el territorio que los griegos llamaron Mesopotamia acunó a los forjadores de las primeras civilizaciones: sumerios, acadios, asirios y babilonios. En su vecindad, extendiéndose por Anatolia y Levante, se desarrollaron luego el Reino de Mitanni y el Imperio de los hititas. A estos pueblos debemos la construcción de las primeras ciudades, palacios y templos, la invención de la escritura, el arado y la rueda, los primeros registros administrativos y contables, el cómputo del tiempo y los códigos legales, la metalurgia del cobre y del bronce, las primeras epopeyas…

5ª EntregaReinos e imperios del próximo oriente
En el Levante mediterráneo —el territorio que ocupan Israel, Líbano y la costa de Siria—florecieron en la Antigüedad pequeños reinos palestinos de tradición cananea o semítica, con lenguas, culturas y religiones diferentes de las de sus vecinos mesopotámicos, anatolios o egipcios. Su fragmentación política hizo que los imperios de Próximo Oriente —Asiria, Babilonia, Hatti, Mitanni, Egipto— fueran una amenaza constante para sus materias primas y rutas comerciales. Sin embargo, desde la invasión de los Pueblos del Mar hacia 1200 a.C. hasta el dominio persa en el siglo VI a.C., la vitalidad de la región no decayó; así lo probaron la febril actividad de las naves fenicias o la persistencia de la religión monoteísta judía.